domingo, 11 de marzo de 2012

Dánae y Zeus

Los poetas cuentan que esta princesa, Hija del Rey de Argos, Acrisio, fue encerrada en una torre porque un oráculo había anunciado a su padre que sería muerto por su nieto. Pero los muros de una prisión, por espesos que sean, no pueden constituir un obstáculo serio para la voluntad de un dios. Zeus, gran amante de aventuras y metamorfosis, siempre preocupado de burlar la vigilancia de Hera (su esposa) y de extender su progenie, reparó en Danae.Ingeioso en cuanto a escoger el medio, se introdujo junto a ella en forma 
de lluvia de oro y, al expirar el plazo requerido, la prisionera puso en el mundo un hijo que recibió el nombre de PERSEO. 
Acrisio (el abuelo), muy descontento de esta noticia, mandó encerrar a la madre y al niño en un cofre que se arrojó al MAR (de los filósofos). 
Arrastrado por las corrientes hasta la isla de Serifea, unos pescadores recogieron la singular embarcación, la abrieron y presentaron el contenido al rey  POLIDECTO, el cual recibió con generosa hospitalidad a Danae y a Perseo, su hijo.

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